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Hemos conversado con Tristan LeBreton, Director creativo de 99designs de Vista, para que nos explique cómo los pequeños empresarios pueden trabajar mejor con diseñadores. Sigue leyendo para descubrir los consejos de Tristan sobre cómo colaborar de forma más eficaz y conseguir un estupendo diseño para tu negocio.
La gestión de una pequeña empresa implica que tendrás que conseguir que los numerosos elementos visuales que forman parte de tu marca cobren vida. Tanto si se trata del logotipo como de la página web de tu negocio, trabajar con un diseñador puede resultarte útil. A muchos pequeños empresarios, la idea de entregar las riendas de la dirección visual de su marca a otra persona, aunque se dedique al diseño profesional, puede parecerles abrumadora. Por suerte, no tiene que serlo.
«Ver que tu marca cobra vida visualmente es inmensamente gratificante e incluso divertido, pero también puede resultar abrumador dejar esa tarea en manos de otra persona», explica Tristan. «Es evidente que a las pequeñas empresas les interesa que cada céntimo invertido valga la pena».
Si decides trabajar con un diseñador, puedes hacer varias cosas para que la experiencia sea lo más positiva posible. Descubre los consejos de Tristan sobre la colaboración eficaz con un profesional.
- Crear unas instrucciones de diseño
- Definir expectativas claras
- Ser muy comunicativo
- Invertir en el proceso de revisión y tener una actitud receptiva
Consejo de VistaPrint
Antes de empezar a trabajar con un diseñador, tendrás que encontrarlo. En 99designs de Vista puedes consultar los perfiles de cientos de diseñadores de gran calidad para encontrar al profesional perfecto para tu proyecto o celebrar un concurso de diseño y revisar los diseños recibidos antes de tomar una decisión.
1. Crear unas instrucciones de diseño
Los diseñadores no son adivinos. Por muchas habilidades y dotes que tenga un diseñador, no podrá hacer que tu idea cobre vida si no la entiende a la perfección. «Antes de empezar a colaborar, es importante planificar qué necesitas del diseño», aconseja Tristan. La mejor forma de hacerlo es crear unas instrucciones de diseño.
Las instrucciones de diseño son documentos detallados que incluyen todos los detalles fundamentales del proyecto de diseño. Resultan imprescindibles al trabajar con diseñadores. «Unas instrucciones meticulosas y bien elaboradas dan al diseñador un punto de partida para su trabajo», afirma Tristan.
Las instrucciones de diseño deben incluir todo lo que necesita el diseñador para llevar a cabo el proyecto de forma satisfactoria. «Esto incluye los elementos creativos, como los colores de marca y el estilo visual, y los elementos de negocio, como el público objetivo, el sector y la finalidad del diseño», añade Tristan.
Estos son algunos de los elementos que deberías pensar en añadir a las instrucciones de diseño:
- El eslogan o lema de la empresa
- Una descripción de la empresa y su sector
- Una explicación del producto o servicio
- Una descripción del público objetivo
- Los colores de tu marca
- Ejemplos de diseños que tienen la imagen que quieres plasmar en el tuyo
Cuanta más información e indicaciones de diseño le des al diseñador, mejor podrá hacer su trabajo y más probabilidades tendrás de que el producto final te encante.

2. Definir expectativas claras
Puede que tengas una idea clara de cómo te gustaría trabajar con el diseñador y cómo querrías que avance el proyecto, pero si no se la transmites, podrían surgir problemas más adelante. «Es evidente que el diseñador debe tener la máxima libertad posible, pero si hay asuntos innegociables que es importante incluir, tienes que hacérselo saber», explica Tristan. «Para evitar malentendidos o un estrés innecesario, coordinad las expectativas antes de poner en marcha el proyecto y seguidlas al pie de la letra».
Una importante expectativa que hay que definir está relacionada con los estilos de trabajo. «Antes de empezar un proyecto, conviene plantear preguntas de tipo logístico, como: “¿Cuál es el mejor momento para contactarte?”, “¿Cómo prefieres recibir comentarios?” o “¿Cuándo tendré un primer borrador”», prosigue Tristan. También tendréis que acordar cómo será la comunicación. Por ejemplo, ¿es el correo electrónico la mejor forma de comunicaros diariamente o el diseñador prefiere recibir mensajes de texto? Cuando tengas que solicitar revisiones, ¿deberías redactar un documento con tus peticiones y enviárselo por correo electrónico o resultaría más eficaz programar una videollamada? Precisar estos detalles antes de empezar a trabajar juntos os permitirá ahorrar mucho tiempo y frustraciones a lo largo del proceso de diseño.
«Teniendo en cuenta lo importante que es la comunicación a la hora de colaborar con otras personas y hacer realidad una visión compartida, comprender los estilos de trabajo respectivos puede marcar la diferencia», afirma Tristan.
También es recomendable definir expectativas claras en torno al trabajo mismo. Acordad las fechas en las que el diseñador tendrá que entregar los distintos elementos del proyecto, cómo será el proceso de revisión y con qué frecuencia tendrá que informar de sus avances. «A menudo, los diseñadores trabajan con varios clientes o en unos cuantos proyectos de forma simultánea, así que es importante tener expectativas realistas en cuanto a las solicitudes de revisión, los plazos de entrega, la frecuencia de las comunicaciones, los materiales a entregar y el pago», señala Tristan.
Cuanto más claras tengáis las expectativas tanto tú como el diseñador, menos oportunidades habrá de que se produzcan malentendidos a lo largo del proyecto. Por lo tanto, asegúrate de definir expectativas claras desde el principio.
3. Ser muy comunicativo
Como el diseñador es un profesional, es posible que des por sentado que sabe qué quieres del diseño, pero no debes hacer conjeturas en este sentido. «Una de las cosas que no deben hacer los pequeños empresarios al trabajar con diseñadores es dar por supuesto que les pueden adivinar el pensamiento», afirma Tristan. «No basta con decir que quieres un diseño que destaque».
Los diseñadores no pueden saber qué estás pensando. Si quieres que entiendan qué quieres obtener del proceso de diseño, tienes que decírselo. Por eso la comunicación es importantísima. Al principio del proyecto, no te guardes ningún dato. «Cuantos más detalles puedas darle al diseñador desde el principio, mejor, ya que os evitaréis vaivenes más adelante», afirma Tristan.
Ser muy comunicativo también es importante al hacer comentarios sobre las distintas iteraciones del diseño. «Al comentar el trabajo de los diseñadores, invierte el tiempo necesario para explicarles de forma clara y concreta qué aspectos te gustan y cuáles no —y, sobre todo, por qué— para que conozcan mejor tus preferencias», afirma Tristan.

4. Invertir en el proceso de revisión y tener una actitud receptiva
La mayoría de los proyectos de diseño tendrán al menos unas cuantas rondas de revisiones y, si quieres que el diseño final concuerde con tu idea, es importante invertir en el proceso de revisión junto con tu diseñador. «El diseño es un proceso en colaboración y es muy poco habitual que incluso el mejor diseñador del mundo cree algo totalmente perfecto a la primera», explica Tristan. «Por lo tanto, si el diseñador te presenta un diseño que de entrada no te gusta, no te alarmes».
Tristan sugiere que, cuando llegue el momento de solicitar una revisión, dediques el tiempo necesario a revisar detenidamente cada uno de los elementos del diseño para poder proporcionar comentarios concretos sobre lo que no te gusta y por qué. Por ejemplo, pongamos por caso que tienes un restaurante y que has contratado a un diseñador para que diseñe una nueva carta. En lugar de comentarle que no te gusta el diseño, sé más concreto. Algo como «Me encanta cómo has incorporado nuestro logotipo en cada página. No obstante, creo que el tamaño de la fuente para los distintos platos de la carta es demasiado pequeño y que el color es demasiado claro, lo que podría dificultar su lectura. ¿Podemos utilizar un texto más grande y oscuro?» te acercará mucho más a un diseño que te guste.
Ahora bien, durante el proceso de revisión es importante tener en cuenta que has contratado a un diseñador porque no eres experto en diseño. Por lo tanto, aunque debes indicarle qué te gusta y qué no (y qué cambios querrías), también debes tener una actitud receptiva hacia las explicaciones del diseñador sobre por qué ha hecho su trabajo de una cierta manera.
«El diseño es subjetivo», afirma Tristan. «Aunque, como pequeño empresario, puede que no te guste un elemento concreto de un diseño, como una fuente o un color, es probable que el diseñador lo eligiera para un fin concreto relacionado con tu idea. Por lo tanto, lo mejor es tener una conversación para comprender mejor su razonamiento».