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¿Quieres optimizar el diseño del folleto de tu pequeña empresa? Al fin y al cabo, te enorgulleces de lo que haces y de la calidad que ofreces a los clientes. Y al crear un folleto para tu negocio, debe reflejar ese mismo nivel de calidad. No hace falta ser experto en marketing ni diseñador profesional para crear un folleto impactante. Lo único que necesitas es un poco de tiempo y creatividad.
En este artículo descubrirás todo lo que debes saber sobre el proceso de diseño de un folleto que tenga un aspecto profesional, dé buenos resultados y contribuya a dar a conocer tu negocio.
- Dirígete al público adecuado.
- Redacta un texto óptimo.
- Utiliza imágenes pertinentes.
- Elige el pliegue adecuado.
- Busca las fuentes adecuadas.
- Ten en cuenta la ubicación del contenido.
- Elige el papel perfecto.
- Crea una versión de prueba.
1. Dirígete al público adecuado
Lo primero es lo primero. Antes de avanzar demasiado en el proceso de diseño, tendrás que definir a qué clientes va dirigido el folleto. Para empezar, hazte estas tres preguntas clave sobre tu público:
- ¿Quiénes son?
- ¿Qué necesitan de mí?
- ¿Qué quiero que hagan?
Si reflexionas sobre estas preguntas, tendrás los datos necesarios para tomar las decisiones correctas en cuanto al diseño del folleto, tanto si se trata de las fuentes como del estilo del pliegue. Veamos estas preguntas un poco más a fondo:
¿Quiénes son? ¿Quiénes son los clientes a los que quieres dirigirte con el folleto? ¿Vas a presentar tu trabajo a posibles clientes? ¿O quizá quieres dar más información sobre una oferta concreta de productos o servicios o contactar con posibles clientes tras una visita comercial o una feria? ¿Tu público está interesado en un solo producto o servicio, o busca conocimientos más amplios? Si defines a qué clientes quieres llegar con el folleto, te asegurarás de que el diseño se dirija a esos clientes concretos. Y, en última instancia, podrás diseñar un folleto más eficaz.
¿Qué necesitan de ti? En cuanto hayas identificado a los clientes objetivo, es hora de definir qué información quieres transmitirles y pensar en la información que necesitan de ti. Por ejemplo, un nuevo cliente podría querer saber más de ti, mientras que un cliente consolidado podría querer informarse de próximas novedades en productos o servicios. Algunos lectores necesitan información más clara sobre precios y características de productos, mientras que otros quieren saber por qué deberían trabajar contigo y no con la competencia.
¿Qué quieres que hagan? Los folletos pueden dar varios resultados. Por ejemplo, algunos están diseñados para incrementar las ventas y otros están dirigidos a fomentar las relaciones. No puedes redactar una llamada a la acción eficaz (ni diseñar el folleto de forma que resalte esa llamada a la acción) sin antes saber qué te gustaría que hicieran los clientes: pasar por tu tienda, hacer un pedido online o recomendar tu negocio a sus amigos y familiares, por ejemplo. Por lo tanto, antes de avanzar demasiado en el proceso de diseño del folleto, asegúrate de definir su objetivo.

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¿No quieres diseñar el folleto por tu cuenta? ¡No te preocupes! Con 99designs de Vista podrás encontrar al diseñador profesional perfecto para hacer realidad tu folleto.
2. Redacta un texto óptimo
Después de definir los objetivos del folleto, es hora de redactar el texto sobre tu negocio. Por lo general, el texto del folleto debe tener tres apartados básicos: información sobre tu negocio, información sobre productos y servicios, y una llamada a la acción (o CTA, por sus siglas en inglés).
Información sobre ti y tu negocio. El folleto te da la oportunidad de explicar cómo eres y en qué consiste tu negocio, así que asegúrate de aprovecharla. Comparte datos importantes sobre tu negocio, como la misión, los valores o la historia, o explica a los posibles clientes por qué te diferencias de la competencia. También es importante añadir la información de contacto, como la página web, los perfiles en redes sociales, el número de teléfono, la dirección de correo electrónico, la dirección física y el horario comercial.
Información sobre productos o servicios. Los folletos son una estupenda herramienta comercial, así que utilízalos para convencer a los clientes de las ventajas de tus productos y servicios. Si ofreces varios productos o servicios, divide el texto en categorías para que sea más fácil de ojear y asimilar.
Llamada a la acción. Si quieres que el folleto dé un resultado concreto, tienes que indicar al público qué hacer. Para ello, necesitarás una llamada a la acción pertinente. Redacta una llamada a la acción convincente que indique al público qué te gustaría que hiciera. A continuación, incorpórala en varios sitios del folleto. La llamada a la acción puede consistir en lo que quieras, desde motivar a los clientes para que se registren para ver una demostración de un producto hasta animarlos a que pasen por tu restaurante para comer.
No olvides incluir información sobre cómo completar la llamada a la acción. Si quieres que vayan a tu restaurante, incluye la dirección y el horario comercial. Si quieres que se registren para ver una demostración de un producto, incluye la dirección URL de la página de registro o añade un código QR para facilitar el registro.
A medida que redactes cada apartado del folleto, ten en cuenta las «normas cardinales de la redacción de textos publicitarios»:
- Redacta frases breves, que vayan directas al grano y que se centren en una sola idea.
- Escribe en primera persona, utiliza la primera persona del plural y la segunda persona para personalizar el texto y nunca te dirijas a los lectores como «clientes».
- Limita los párrafos a tres o cuatro líneas para que sean más fáciles de ojear.
- Utiliza subtítulos y listas con puntos para separar la información y hacer que cada elemento sea más fácil de asimilar.
- Menos es más. Aunque sientas la tentación de explicar todo lo que se puede decir de tu empresa, evita abrumar a los lectores y céntrate en uno o dos mensajes clave.
3. Utiliza imágenes pertinentes
Por lo general, los folletos tienen mucho texto. No obstante, el texto no es la única forma de causar sensación. Las imágenes adecuadas también pueden contribuir a que el folleto comunique mejor el mensaje que quieres transmitir, refuerce tu imagen de marca y dé buenos resultados. Algunos de los tipos de imágenes que puedes plantearte incluir en el diseño del folleto son:
Logotipos. Es complicado encontrar una imagen que contribuya más a visibilizar tu marca entre los clientes que el logotipo. Por eso debería aparecer en todos los diseños de folletos. También puedes incorporar los colores y los elementos de diseño del logotipo al diseño general del folleto para crear una imagen de marca coherente.
Fotos. Las fotos pueden contribuir enormemente a mejorar el interés visual del folleto. Si puedes, plantéate la opción de contratar los servicios de un fotógrafo profesional para que haga fotos de tus productos, proyectos acabados, espacio de trabajo o incluso instantáneas entre bastidores que enseñen cómo trabajas. Si decides hacer las fotos por tu cuenta, intenta utilizar una cámara digital de alta calidad, que permite ajustar la profundidad de campo y la iluminación, y que suele producir mejores fotos.
Si no necesitas una imagen exclusiva, tienes la opción de comprar fotos en alta definición en bibliotecas de imágenes online. En tal caso, asegúrate de no utilizar las mismas imágenes que la competencia (o parecidas).
Consejo de VistaPrint
Si tienes un presupuesto ajustado o no puedes conseguir una cámara digital, no te preocupes. Un buen smartphone también puede hacer fotos fantásticas, siempre que sepas lo que haces. Con las técnicas de iluminación y composición adecuadas, puedes conseguir con el teléfono las imágenes que necesitas para que el folleto cobre vida.
Gráficos. Si decides utilizar gráficos en el diseño del folleto, asegúrate de que sean fáciles de asimilar y que causen sensación sobre tu marca, pero sin exagerar. Algunos gráficos tienen un aspecto poco profesional, como de imagen prediseñada, lo cual puede perjudicar a la imagen general del diseño del folleto, por lo que recomendamos utilizarlos con moderación para impresionar al máximo.
Al añadir elementos visuales al diseño del folleto, intenta no pasarte. No te conviene saturar la página con muchos elementos, ya que el público puede sentirse abrumado y no saber hacia dónde mirar. Recuerda que las imágenes deben servir de apoyo al mensaje principal, no eclipsarlo.
4. Elige el pliegue adecuado
En cuanto tengas claros el texto y los elementos visuales, es hora de conseguir que todas estas piezas encajen en el diseño final del folleto, empezando por elegir el tipo de pliegue adecuado. A la hora de elegir el tipo de pliegue del diseño del folleto, hay tres opciones principales: díptico, tríptico y pliegue en acordeón.
- Diseño de folleto tipo díptico. Un folleto tipo díptico consiste en una sola hoja plegada por la mitad. El resultado final tiene una portada, dos caras del folleto y una contraportada. Este tipo de folleto es una buena opción si utilizas gráficos de gran tamaño para ilustrar las ventajas de tu negocio o si tienes fotografías de alta calidad que quieres resaltar. Como el pliegue es sencillo, el diseño es el gran protagonista.
- Diseño de folleto tipo tríptico. Los folletos tipo tríptico tienen dos pliegues diferenciados, que consisten en doblar cada lado de la hoja hacia el centro, con lo que el folleto queda dividido en tres paneles independientes de igual tamaño. Como tienen más espacio para el texto y las imágenes, los trípticos son idóneos si tienes mucha información o muchos elementos que quieres incluir en el folleto.
- Diseño de folleto con pliegue en acordeón. Los folletos con pliegue en acordeón también tienen dos pliegues diferenciados que crean seis secciones independientes, pero a diferencia del diseño en tríptico, en el que se pliegan ambos extremos de la hoja hacia el centro, en los folletos con pliegue en acordeón se pliega cada lado de la hoja en direcciones opuestas, lo que crea una forma en zigzag. Los folletos con pliegue en acordeón pueden ser una estupenda opción si quieres incluir gráficos o imágenes de gran tamaño o si quieres que el folleto explique una historia visual de gran envergadura y muy exhaustiva. Por la forma del pliegue, los folletos con pliegue en acordeón se despliegan fácilmente en una página.



5. Busca las fuentes adecuadas
El siguiente elemento de diseño que deberás tener en cuenta es la selección de las fuentes. Para optimizar la coherencia y la claridad, limita las fuentes a dos o tres. Si utilizas más, la sensación visual puede resultar abrumadora. Elige una fuente para el texto del cuerpo y otra para los títulos. Decántate por fuentes que sean coherentes con tu imagen de marca general. Si tienes una guía de estilo de la marca, extrae las fuentes de allá. Si por el contrario no tienes guía, utiliza las mismas fuentes que en otros materiales de marketing para crear un aspecto y un estilo coherentes.
Si tienes subtítulos, utiliza una tercera fuente o un tamaño menor de la segunda. Asegúrate no solo de que las fuentes combinen bien, sino de que den la sensación de ser una representación rigurosa de tu marca. Por ejemplo, si estás diseñando un folleto para una marca de ropa infantil, el uso de fuentes de tipo empresarial quedaría fuera de lugar, aunque esas fuentes podrían ser perfectas para una empresa de servicios financieros. Si incluyes citas o extractos en el diseño del folleto, puedes utilizar la misma fuente que el título o el texto del cuerpo, pero en cursiva para darle énfasis.
Nicholas David, director de arte del equipo de Diseño de productos de Vista, aconseja utilizar la misma familia de fuentes para el diseño y poner el título en negrita y el texto del cuerpo en normal. «Otra sugerencia sería evitar las fuentes decorativas o que imiten la escritura a mano en el texto del cuerpo y centrarse más bien en la legibilidad».
6. Ten en cuenta la ubicación del contenido
También es importante tener en cuenta dónde quieres situar elementos de contenido concretos en el folleto. Lo recomendable es que las portadas tengan poco texto, pero mucho atractivo. La imagen de portada, ya sea un logotipo, un eslogan o una foto (o una combinación de esos elementos), debe transmitir el mensaje clave e incitar a los lectores a desplegar el folleto.
La mayor parte del texto se incluirá en los paneles interiores. Asegúrate de dejar suficiente espacio en blanco, ya que no solo impedirá que el aspecto visual resulte demasiado abrumador, sino que el texto será más fácil de leer.
La contraportada siempre debe incluir tu información de contacto y la llamada a la acción. Una excepción a esto es el pliegue en acordeón: el cuarto panel en orden es la contraportada al plegarse, así que recuérdalo al tomar decisiones sobre la ubicación del contenido.
7. Elige el papel perfecto
El diseño del folleto es importantísimo. Sin embargo, una vez diseñado, el material en el que lo imprimas también lo es. La mayoría de los folletos se imprimen en uno de estos cuatro tipos de papel:
- Brillante
- Mate
- Sin revestimiento
- Reciclado
En cuanto al mejor tipo de papel para folletos, no hay una opción válida para todos los casos. Cada papel tiene ventajas y desventajas, en función del efecto que quieras conseguir.
El papel brillante es una opción ideal si el diseño del folleto tiene colores vivos o fotografías de gran tamaño. No obstante, el papel brillante refleja mucho, así que puede resultar difícil leer el texto si hay mucha luz. Tenlo en cuenta si el folleto tiene mucho texto.
El papel mate es estupendo si el diseño es en blanco y negro o si utilizas una pareja de colores de gran contraste. Además, hay que señalar que, de forma inconsciente, muchas personas consideran que el papel mate es más «profesional» que el brillante. Por lo tanto, si quieres transmitir una imagen más empresarial o profesional, podría ser una buena opción.
El papel sin revestimiento parece más natural y rústico. Como resulta fácil leer y escribir texto en este papel, es una opción versátil para varios tipos de folletos, sobre todo si quieres anotar tu información de contacto en un evento.
El papel reciclado tiene un acabado texturizado y está elaborado al 100% con papel reciclado posconsumo, una opción fantástica si una de las prioridades de tu pequeña empresa es ser más respetuosa con el medioambiente.
8. Crea una versión de prueba
Como dice el viejo refrán, la práctica hace al maestro. Si no acabas de tener claro cómo quedarán los distintos elementos del diseño en conjunto, crea unas cuantas versiones de prueba antes de pasar al proceso de impresión. Estos son algunos de los elementos con los que podrías practicar:
Haz pliegues de muestra. Pliega una hoja de papel en uno de los formatos habituales para ver cómo queda. Luego, para tener unas cuantas opciones, repítelo con otro formato de folleto como mínimo (por ejemplo, un díptico y un tríptico).
Crea una plantilla. Cuando tengas los pliegues de muestra, esboza los elementos clave que llenarán cada panel para ver qué opción resulta más eficaz o impactante.
Prueba con distintas ubicaciones para el contenido. Imprime los bloques de texto, los logotipos y los gráficos y distribúyelos por el folleto para ver dónde quieres que vaya cada tipo de contenido. Por ejemplo, ¿la proporción entre contenido y espacio en blanco queda equilibrada? ¿Los elementos fundamentales son fáciles de encontrar? Cuando hayas decidido dónde vas a colocarlo todo, pega con cola o cinta adhesiva los distintos elementos para tener una idea de cómo quedará el diseño final.
Lee la versión de prueba final. En cuanto tengas la versión de prueba terminada, lee el folleto de cabo a rabo. Si te gusta cómo ha quedado el flujo de ideas e información, estupendo. Ya puedes imprimirlo. Si te parece que algo no acaba de cuadrar, tendrás que volver a la mesa de dibujo.
