La imagen se imprime directamente sobre el reverso de una pieza sólida de metacrilato de 3 mm de grosor. La imagen se ve a través del polímero, lo que realza los colores y aporta un acabado brillante para que no sea necesario enmarcarla.

Recomendamos usar tiras adhesivas: son resistentes y fáciles de usar, y además dejan la lámina perfectamente pegada a la pared.

Otra opción consiste en añadir agujeros de sujeción y separadores metálicos a la lámina. Los separadores se encargan de mantener la lámina en su sitio y le dan un aspecto llamativo y tridimensional.

Importante: Las tiras adhesivas y los separadores metálicos se venden por separado.

Depende del tamaño de la imagen, pero todas las láminas son lo suficientemente ligeras como para poder colgarlas con separadores o tiras adhesivas sin problemas. Para que te hagas una idea, las láminas de 90 x 60 cm (el tamaño más grande) pesan 2,23 kg.

Recomendamos limpiar el anverso de la lámina de vez en cuando con un jabón suave y agua.

En este momento no.

No. En este momento, ofrecemos impresión a una cara.

Envolvemos las láminas con una capa de plástico para proteger la pieza durante el proceso de entrega. Esta capa tiene un tono verdoso, pero solo tienes que retirarla para que la lámina tenga el aspecto que imaginabas.